Núcleos rurales
  • Fanlo

Fanlo es un pueblo con una fisonomía plenamente de montaña, situado en lo alto del valle de Vió, desde el que se tiene una panorámica espectacular. Las casas son de piedra, con los tejados de loseta del país y las típicas chimeneas pirenaicas. 

El núcleo urbano posee los viales empedrados, con pendiente y con casas grandes. En esta localidad se pueden observar buenos ejemplos de construcciones tradicionales de la zona, como casa Bernad o casa Ruba, esta última de los siglos XVI y XVII. 

El pueblo cuenta con dos iglesias, hecho que justifica la importancia que tuvo siglos atrás. En el centro de esta localidad pirenaica se halla la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, del XVIII, abierta habitualmente al culto. A poco más de 100 metros se alza la iglesia parroquial de los Tres Santos Reyes, que data del siglo XVI, con restos románicos bajo la esbelta torre.

Parte del terreno del municipio forma parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en el sector de Añisclo.

  • Buerba

En un altiplano calcáreo, a 1143 metros de altitud, Buerba es conocida por su extraordinaria arquitectura popular y, en especial, por sus famosas chimeneas cilíndricas y sus árboles centenarios presidiendo la plaza, todo ello con el fondo del macizo de Sestrales.

Este hermoso pueblo, a los pies del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, obtiene su principal fuente de ingresos del turismo. La carretera de acceso a Buerba se convierte en calle, ensanchándose en la plaza, que cuenta con una curiosa fuente y continúa hacia las bonitas eras de poniente

La tipología de las casas evidencia la importancia que este rincón del valle de Vió tuvo en el pasado. Junto a la plaza, se levanta la iglesia de San Miguel, un austero templo y en la misma plaza llama la atención la escultura de una mujer con un cántaro, un homenaje que los vecinos de Buerba quisieron brindar a las mujeres que durante años llevaban el agua a las casas.

  • Buisán

Hasta hace pocos años permaneció deshabitado el núcleo de Buisán, al que se accede desde Fanlo. Fue entonces cuando una familia con niños se estableció aquí para vivir y emprender un negocio, una fábrica de cerveza artesanal y una sala de degustación. Gracias a esta iniciativa, Buisán ha recobrado parte de la vida que tuvo antes de los años 60 del siglo XX.

  • Nerín

Pequeño pero precioso pueblo que se levanta a 1281 metros de altitud sobre el nivel del mar y que conserva el tipismo de las construcciones de alta montaña. Se encuentra rodeado de espectaculares parajes. Pese a su reducido tamaño cuenta con una interesante oferta hostelera. En el pueblo destaca la iglesia de San Andrés, románica del siglo XII.

Nerín es una localidad conocida por montañeros y excursionistas, dado que desde allí parte un autobús que acorta el camino al refugio de Góriz. 

  • Sercué

Sercué es un pueblo que se encuentra a 1207 metros de altitud, emplazado en la ladera sur del Mondoto, sobre la confluencia del río Aso con el Bellos. Tras permanecer despoblado unos años, los vecinos han vuelto a rehabilitar las casas y presenta un renovado y bonito aspecto, con espectaculares panorámicas. En la parte alta del pueblo se halla la iglesia de San Martín y próxima al casco urbano se encuentra la ermita de San Miguel.

Cercano a Sercué se halla el puente de Espucialla, sobre el río Aso, en el camino antiguo que iba de Sercué a Vió.

  • Vió

A pocos kilómetros de Buerba se sitúa Vió (1210 metros), pueblo que da nombre al valle, emplazado en los altos calizos que dominan el Cañón de Añisclo. La iglesia de San Vicente Mártir, templo románico del siglo XIII, se sitúa en una elevación del terreno. Las pinturas románicas de la iglesia se exponen en el Museo Diocesano de Barbastro. Pese a su reducido tamaño, Vió cuenta también con alojamientos.

  • Yeba

Precioso pueblo del valle de Vió al que se accede en coche desde el valle del Ara. Situado a 1150 metros de altitud, hasta Yeba se llega por carretera desde la N-260, tomando el desvío en las inmediaciones de Jánovas dejando atrás San Martín de La Solana –convertido en hotel- y Cámpol hasta alcanzar Yeba.

Cuenta con notables viviendas, entre las que destaca Casa Buesa. Sobre una ladera resalta la iglesia parroquial dedicada a La Asunción, que data del siglo XVI. También es reseñable la ermita de San Miguel del siglo XVII.

A la entrada del pueblo se mantiene la fuente con el lavadero, una construcción de mampostería de planta rectangular, separada de las casas de Yeba.